• Entendiendo el síndrome metabólico

    Fuente: American Heart Association, actualizado  Ago. 24, 2011

    El tratamiento adecuado del síndrome metabólico requiere de controlar varios factores de riesgo al mismo tiempo.

    Mejore su alimentación.  Adopte una dieta saludable basada en granos enteros, frutas, verduras, carne magra, pescado y lácteos bajos en grasa, además, evite la comida procesada pues éstas en su mayoría  contienen grasas dañinas, aceites parcialmente hidrogenados y además tiene un alto contenido de sal y azúcar.

    Actívese. Practique al menos 150 minutos de actividad física moderada y vigorosa a la semana. La manera más sencilla de comenzar es caminando; sin embargo, es buena idea experimentar para encontrar una actividad que le agrade y que eleve su ritmo cardiaco. Si fuese necesario, divida su ejercicio en sesiones cortas de 10 minutos a lo largo del día, para alcanzar su objetivo.

    Pierda peso. La pérdida de peso y sobre todo, mantenerse en un peso adecuado, es un factor clave para reducir el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares. Aprenda cuál es la ingesta calórica adecuada para usted y cuánta energía consume con su actividad física. Aprenda a balancear entre una dieta adecuada y un nivel de ejercicio adecuados.

    Tome sus medicamentos. Cuando un cambio de hábitos no sea suficiente para controlar los factores de riesgo relacionado con el síndrome metabólico, su médico podrá prescribirle medicamentos para controlar su presión arterial, sus niveles de colesterol entre otros. Apegarse al tratamiento puede ayudar a prevenir muchos de los efectos a largo plazo del síndrome  metabólico. Cada paso cuenta y su atención y esfuerzo en cada uno de estos puntos hará la diferencia en bienestar de su salud.

     

    ¿Por qué es importante conocer qué es el síndrome metabólico?

    Se diagnostica con síndrome metabólico a una persona que tiene varios factores de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes. Aquellas personas con síndrome metabólico, tienen 2 veces más riesgo de padecer infartos y evento vascular cerebral (EVC) y tienen 5 veces más riesgo de desarrollar diabetes, comparados con otras personas que no padecen del síndrome metabólico.

     

    Este síndrome también se asocia con un desorden metabólico llamado “resistencia a la insulina”, el cual, evita que el organismo utilice la insulina eficientemente. Por esta razón, el síndrome metabólico también es llamado “síndrome de resistencia a la insulina.”

     

    La gente con síndrome metabólico corre más riesgo de padecer lo siguiente:

    Aterosclerosis, enfermedad vascular periférica y otras enfermedades relacionadas con la acumulación de grasa en las arterias. Esta acumulación hace más estrechas las arterias y restringe la circulación de sangre hacia el cuerpo, y es especialmente peligrosa cuando afecta arterias que llevan sangre al cerebro, corazón, riñones y piernas.

     

    Enfermedad coronaria e infartos. Cuando las arterias que proveen de sangre al corazón se estrechan o bloquean a causa de depósitos de grasa, también llamada placa, el flujo de sangre y oxígeno que llega al corazón también se reduce, lo que puede ocasionar dolor de pecho (angina) o un ataque al corazón.

     

    Evento vascular cerebral (EVC). Un EVC  ocurre cuando el flujo de sangre a alguna parte de su cerebro es interrumpida por una arteria tapada o que se haya reventado, lo cual restringe al cerebro de oxígeno y nutrientes. En pocos minutos, las células del cerebro comienzan a morir, lo cual resulta en daño al cerebro y sus complicaciones y hasta en la muerte.

     

     Diabetes tipo 2.  La diabetes se contrae cuando el cuerpo no puede producir suficiente insulina o es incapaz de usarla adecuadamente. Esto provoca que el azúcar se acumule en la sangre e incrementa el riesgo de falla de riñón y enfermedades cardiovasculares.

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