La Hiperfosfatemia
La Hiperfosfatemia (elevado nivel de fosfato en la sangre) es muy común en personas con enfermedad renal por lo que sugerimos poner en práctica la “lectura de etiquetas de los alimentos”, ya que el fósforo es el componente principal de conservadores y aditivos de sales en los alimentos procesados.
En el apartado de “ingredientes” si contiene algunos de los siguientes aditivos te sugerimos no consumir ese alimento: Fosfato dicálcico, Fosfato Disódico, Fosfato Monosódico, Ácido Fosfórico, Hexametafosfato de sodio, Tripolifosfato de sodio, Pirofosfato tetrasódico, Fosfato trisódico.
La hiperfosfatemia es un trastorno hidroelectrolítico con una anormal elevación del nivel de fosfato en la sangre. A menudo, los niveles de calcio son bajos (hipocalcemia) debido a la precipitación de fosfato con el calcio en los tejidos.
Se asocia con un hiperparatiroidismo secundario y se ve comúnmente en la falla renal crónica. Los altos niveles del fosfato pueden ser evitados con quelantes de fosfato y la restricción dietética de fosfato.
En insuficiencia renal crónica el fósforo se acumula en sangre por la incapacidad del riñón para excretar dicha sustancia, produciendo como consecuencia una alteración de la parathormona produciendo alteraciones en la presión arterial así como una hipocalcemia y la activación de los osteoclastos, célula que fungirá como degradadora del hueso para la obtención del calcio.
Para regular los niveles de fósforo es conveniente que se regulen los niveles de proteínas, una ingesta adecuada de proteína mejorará como consecuencia los niveles del fósforo, pero se declinarán los niveles de calcio por lo que se necesitará una suplementación en forma de carbonato o citrato de calcio. Para un enfermo de insuficiencia renal crónica la ingesta promedio de fósforo será de 8-12mg/Kg/día.
¡Consulta con tu nutriólogo especialista!
Fuentes: Wikipedia, www.nefropolis.com
Leave a reply →