La tuberculosis encuentra en la diabetes un nuevo aliado
Diario El País, 29 Oct 2014
Autor: Jessica Mouzo Quintáns
La tuberculosis ha encontrado un nuevo aliado para reforzar su capacidad de contagio y expansión en los seres humanos: la diabetes. Si en la última década del siglo XX aprovechaba los cuerpos inmunodeprimidos afectados por el virus del VIH para propagarse con mayor facilidad –llegó a alcanzar proporciones endémicas, cuadriplicando el número de enfermos de tuberculosis en 18 países de África–, la Unión Internacional contra la Tuberculosis y las Enfermedades Respiratorias (La Unión) ha alertado ahora de que se avecina una nueva “co-epidemia” formada por la doble carga de tuberculosis y diabetes.
Según un informe de La Unión sobre la prevalencia de ambas dolencias, las personas diabéticas tienen tres veces más posibilidades de desarrollar tuberculosis. Los científicos calculan que en 2035, países como India, China, Pakistán, Indonesia o Brasil, tendrán que enfrentarse a niveles endémicos de este peligroso tándem. “Es la tormenta perfecta. La diabetes debilita el sistema inmunitario, lo que facilita la infección por tuberculosis”, ha advertido el director ejecutivo de La Unión, José Luis Castro. Lejos queda la concepción de que tuberculosis y diabetes, consideradas enfermedades propias de países pobres y ricos, respectivamente, son una amalgama improbable y “marginal”. Si bien es cierto que durante mucho tiempo se redujo el área de afectación de la diabetes a países desarrollados o ambientes acomodados de zonas pobres, la Unión asegura que actualmente, la enfermedad “es creciente en los países de ingresos bajos y medianos” y afecta a todos los segmentos de población por igual. “Se han encontrado cada vez más casos de obesidad en India o China y la diabetes aumenta en países con bajos ingresos de igual modo que la tuberculosis se presenta en países desarrollados”, ha añadido Castro. Los expertos alertan de que a los factores de riesgo típicos de la tuberculosis, como el VIH o la desnutrición, se le suma ahora el avance de la diabetes. “Estamos siendo testigos de una transformación sin precedentes en la carga mundial de la enfermedad infecciosa”, advierte el informe.
Según la Organización Mundial de la Salud, la tuberculosis mata a más personas cada año que cualquier otra enfermedad infecciosa, excepto el sida. En 2013, nueve millones de personas en todo el mundo estaban contagiados y un millón y medio de ellos fallecieron. “Alrededor de una de cada tres personas en todo el mundo viven con una infección tuberculosa latente. En la mayoría de los casos la infección permanece latente durante toda la vida pero no enferma a la persona. Sin embargo, el riesgo de que esta infección latente progrese aumentará si el sistema inmunológico de una persona se ve comprometido, por ejemplo, por diabetes”, concluye el informe presentado esta mañana en la 45º Conferencia Mundial de La Unión sobre Salud Pulmonar.
En medio de este círculo vicioso, los expertos alertan de que el remedio puede ser peor que la enfermedad, ya que la interacción entre ambas dolencias provoca que cada una agrave más la otra. La tuberculosis puede aumentar temporalmente el nivel de azúcar en sangre (intolerancia a la glucosa), un factor de riesgo para la diabetes. Además, advierte la Unión, mientras algunos medicamentos utilizados para tratar la tuberculosis pueden dificultar el control de la diabetes, también “existe una preocupación creciente” de que los fármacos orales para la diabetes pueden disminuir la eficacia de los que se dispensan para combatir la tuberculosis. La Unión asegura que la doble carga ha golpeado con especial dureza al Sur de Asia. “África subsahariana llevó la peor parte de la epidemia de tuberculosis-VIH, el sur de Asia se enfrenta ahora a una inminente epidemia simultánea de tuberculosis-diabetes”, sentencia el informe.
Un estudio realizado en el estado indio de Tamil Nadu concluyó que el 25,3% de los enfermos de tuberculosis tenían diabetes. Asimismo, de los 8.886 pacientes con la enfermedad infecciosa examinados en China, el 12.4% también padecía la doble carga. El doctor Anthony Harries, asesor principal de La Unión, ha mostrado también su preocupación por el acceso a la medicación para tratar ambas dolencias. “Uno de los obstáculos que no fue un factor en el caso de TB-VIH es que, mientras que los tratamientos de tuberculosis y VIH son gratuitos para los pacientes, el tratamiento de la diabetes por lo general no lo es. A menudo las personas que viven donde la tuberculosis es común simplemente no pueden pagar el tratamiento y la asistencia que necesitan para gestionar su diabetes. Y en muchos países, el tratamiento de la diabetes no está disponible.
Tenemos que hacer que el tratamiento de la diabetes sea ampliamente accesible y asequible”, ha explicado. Precisamente, al hilo de estas dificultades, la directora de investigación de La Unión, Paula Fujiwara ha apremiado a los gobiernos y administraciones a “invertir” en recursos e investigación para enfrentar la enfermedad. La Unión asegura que para enfrentarse a la co-epidemia creciente no es preciso poner en marcha nuevas políticas de salud pública, sino “acciones prácticas”. Los expertos han abogado por fomentar la “detección bidireccional” para regular las dos enfermedades, garantizar el acceso al tratamiento a los pacientes afectados por la doble carga y coordinar los programas para combatir la tuberculosis y la diabetes, ya existentes en las agencias de salud pública.
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